martes, 30 de agosto de 2005

El mes de los desencuentros

He debido perder el paraguas Y me empapan palabras amargas En el mes de los desencuentros Me han herido a pecho descubierto Mi dolor de cabeza La falta de certeza No me dan tregua Y me duele la lengua De hacer preguntas De dar respuestas
El tren de las equivocaciones Ha descarrilado dos vagones Que vienen llenos de malas noticias Y no dejan ninguna caricia El mes de los desencuentros Deja mis brazos desiertos Y una afonía que no me deja gritar Que tú eres lo mejor del día
SI TE PIENSAS QUE AHORA VOY A RENDIRME TE RECUERDO QUE HOY EN LA BATALLA PIENSO EN TI Y AUNQUE CORREN TIEMPOS IMPREDECIBLES TE PROMETO QUE TRAS LA TORMENTA SEGUIRÉ AQUÍ TENIENDO COSAS QUE DECIR CANTANDO SOLO PARA TI, SOLO PARA TI.
En el delta de las decepciones, Un bicho raro que escribe canciones Intenta dar la vuelta a esta tortilla Sueño que se vuelve pesadilla Extremos que no se tocan Miradas que sellan bocas Lo que no dices Me deja cicatrices En mi estampida No hay despedida
Quédate alli donde pueda verte Y cuando sientas que tiemblo Aprieta la mano fuerte Cuida de que esta noche no coja frio Y de que tanto reproche No me haga perder el sentido Y prométeme que hoy dormiré...
SI TE PIENSAS QUE AHORA VOY A RENDIRME TE RECUERDO QUE HOY EN LA BATALLA PIENSO EN TI Y AUNQUE CORREN TIEMPOS IMPREDECIBLES TE PROMETO QUE TRAS LA TORMENTA SEGUIRÉ AQUÍ TENIENDO COSAS QUE DECIR CANTANDO SOLO PARA TI, SOLO PARA TI.

Elena Bujedo, El mes de los desencuentros.

lunes, 15 de agosto de 2005

Punto y FINAL.

Te odio. Te odio y siento rabia. Me hierve la sangre con tus mentiras. Te crees que llevo hilos de marioneta a tu antojo y no tienes ni idea. Estás amargado y lo pagas conmigo. Me tratas como si estuviera paranoica. Tan pronto me abrazas y me besas como me ignoras y desprecias. No sabes quién eres. No te reconoces. No tienes ni idea de qué es lo que quieres y pretendes tenerme ahí hasta que se te encienda la bombilla. Olvídame, no me mires, no me busques. Mira que me importas; pero NO TE QUIERO EN MI VIDA. Me dueles demasiado. Quédate con tu millón de "yos" haciéndote compañía. Y cuando en el amor sigan dándote la espalda, entonces me buscarás y yo, ojalá pueda, te diré que... lo único que siento por tí es indiferencia. Me engañaste. Los engañaste. Nos engañaste. Pero... te intentas engañar tú y no te logras convencer y patinas en tus actos y también en tus palabras. Este truco no ha salido nada bien, se han visto las TRAMPAS. Pensándolo mejor, no es odio. Yo no pierdo el tiempo en odiar(te): es RABIA. Porque vas de soberbio y de ser el más chulo del barrio... y en realidad no eres más que un cobarde con una coraza que te pesa toneladas tapando un alma preciosa y una dulzura que fue lo que me enamoró. Tú mismo, solo, eres el que no dejas brillar lo mejor de tí. Una de cal y una de arena, hazlo con quien te lo permita; pero conmigo no. No juegas más. Nunca. Jamás. El vaivén para las olas, que juegan con arena. Tú has jugado con un alma. Tenías razón cuando decías que toda magia siempre lleva trampa. Y a la mierda los ratos, los abrazos, los cielos con estrellas, Sabina y los duendes. Punto y FINAL.

domingo, 14 de agosto de 2005

... pero contenta.

Cerrando círculos. Título de algo que me mandaron desde México en uno de los peores momentos. Y si entonces no me achiqué, ¿por qué lo hago ahora? Cerrando círculos. Cerrar círculos. Cuánto duele, y no es mi problema, gracias. Y no pienso permitir que nadie me haga sentir mal. Que no. Y no sé cuál creerme y cuál no. Qué cansado es todo. Me la sopla pensar en príncipes azules, pero nadie me va a estropear mi cuento; y si eso significa soñar, soñaré. Y os invito a que soñéis conmigo. Y también a cerrar círculos, que es necesario a veces. Ha habido cosas, muchas de ellas importantes, durante estos días. Y lo demás, es historia. Porque lo importante es que me encanta que sigamos creciendo de la mano, que estemos. Y hay cosas que me han jodido, claro; pero esas ya no cabrán más aquí. Nunca jamás. Porque me he dado cuenta, y os lo agradezco, de muchas cosas. Siempre me sorprendéis. Gracias, con paciencia, por un cigarro con manta en la terraza; por prestarme, con amor, unos ojos y una cabecita cuando yo veía e intuía poco y raro; y por una conversación seria, con dulzura, en un sofá con una chica de pelo planchado; y por un "gracias", con complicidad, tomando un tequila; y por un baile con vueltas, con gracia, en la chupi pequeña; y por estar ahí, con perseverancia, y proponerme un café de domingo... Pero si me perdonáis, me quedo con un te quiero, con agradecimiento y de verdad, que se me dijo a los ojos. No lo puedo cambiar. Me llegó al alma. Todo muy bien. Ya lo sabéis. Y los payasos y las payasas, al circo y del circo. Ahora... siempre quedarán los célebres ratos de niñas salidas, jajaja: - This is my f... jajaja... - Touch my ch... jajaja... Una cena de niñas pendiente. Una maleta repleta de abrazos y ganas de aprovechar el tiempo en viaje muy importante. Y nada, muy poco delicado pero sin peros. Que os vaya bonito. Ah, y cuando me miro, me reconozco en el espejo. Duendecilla.

domingo, 7 de agosto de 2005

Buenas noches

Hubo... Ratos que me reí. Ratos que disfruté. Ratos que imaginé. Ratos que me cansé. Ratos que tuve frío. Ratos que sonaban a otros ratos. Ratos que me negaron un beso. Ratos que no. Ratos que bailé. Ratos que creí. Ratos que estuve. Ratos que parecí. Ratos... que se hicieron cortos y ratos que se hicieron eternos. Solamente espero que, fuera de mis ratos, vosotros lo pasaráis bien. Y que ese beso mañanero que se me negó, se piense mejor, que ha dolido. Así... que olvidemos el sol y la mañana, el desayuno y el primer cigarro de Domingo, y el coche y los dos buses de vuelta hasta casa... y digamos: Buenas noches.

lunes, 1 de agosto de 2005

Las cosas... pasan.

La distancia... desencanta. Los kilómetros... cuestan. Los detalles... hay que pensarlos muy bien. Los momentos... no existen. Lo especial... se escapa. El egoismo... se confunde con antojo. La culpa... siempre del más débil. El agradecimiento... necesario. Las palabras... la única medicina. La sinceridad... firmada en contrato, debería. La dureza... ahoga los ratos.
Los enfados... imposibles. Vivir en la ignorancia... no duele. El teléfono... un suplicio. La ilusión... un poco rutina. El calendario... mejor en la basura. Querer tanto... NUNCA mÁS:
- Ya me suena.
- No se entiende, no pensaba que eso pasaría. p.d. Hoy no tengo ganas de ir a ninguna parte. p.d. Quizá mañana. Seguro. Duendecilla.