La escena de "¿pero tú fumas? no, es por si me mata, pero nada", las miradas, el acento, los actores, las sonrisas, y las lágrimas, el demiurgo de Amenábar... y... EL POEMA DEL FINAL con esas vistas...
Esta peli ha hecho mella.
Aún con el tiempo sigue haciéndola.
Beso. Mar adentro.
MAR ADENTRO
Ramón Sampedro.
Mar adentro, mar adentro,
y en la ingravidez del fondo
donde se cumplen los sueños,
se juntan dos voluntades
para cumplir un deseo.
Un beso enciende la vida
con un relámpago y un trueno,
y en una metamorfosis
mi cuerpo no es ya mi cuerpo;
es como penetrar al centro del universo.
El abrazo más pueril,
y el más puro de los besos,
hasta vernos reducidos
en un único deseo.
Tu mirada y mi mirada
como un eco repitiendo, sin palabras:
más adentro, más adentro,
hasta el más allá del todo
por la sangre y por los huesos.
Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.
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