lunes, 28 de noviembre de 2005
Envenenándome en los azules.
Envenenándome en los azules.
Evitando los rojos y los malva.
Las ganas de todo, la falta de nada.
Soñando con árboles aunque no haya bosques.
Un café con humo y ellas, qué grandes.
Una tercera al otro lado del teléfono despertándome de la siesta.
Domingo, pero que no duele.
Por doler, no duele ni el frío.
Las sonrisas no se gastan y son gratis.
Feliz semana a todos y pensad que todos los HOY son los días más importantes, que los MAÑANA nunca llegan.
Y por supuesto, envenenaros en los azules.
Duendecilla.
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3 comentarios:
noche que duele, y domingo que cura entre aire salado y olas rotas por el frío...
pies que caminan dejando profundas huellas en arenas que casi se vuelven más sucias que el propio sentimiento ...
aún así, playa playa playaaaa
correr y que duela dentro del frio, que duelan los ojos de ver vacío ese rinconcito...
la esperanza de volver a llenarlo cuanto antes.^_^
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buena semana pequeña duendecilla
Que pena que te envenenes en los azules
quizás los naranjas... te ayuden a descubrir otro sentido a la vida.... cuídate. un besote.....
Gracias, Narazul, por escribir en mi blog. Y dale, y dale, y dale... que sí, que ya te dije que todas mis horas, tienen esencia naranja, a mí manera. Así nací y así me educaron y así quiero seguir, pero sin que nadie me marque el ritno y los momentos: cuando yo quiera, pueda y sienta.
Pintaré de naranja, no te apures.
Un beso de duenda. Tengo ganas de verte y tomarnos un café larguísimo. ¿O quizá un té con limón y croissants?
Ya veremos, narazul.
Duendecilla.
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