Es propia de valientes inteligentes
y los miedicas de alma grande también pueden tenerla
(aunque quizá en exceso, que tampoco es bueno).
Se parece al tacto,
a la mesura,
al cuidado, ¿verdad?
Cuando se siente cariño o amor hacia la otra persona
es más fácil no olvidarla.
A veces hace que uno se pupee por dentro
pero a la vez, gracias a ella,
se disfrutará de un estado de serenidad gratificante
para con uno mismo;
aunque pase por la cabeza el pensamiento de
mejor no haber callado.
¿Qué es?...
¿Me lo contáis o mejor os lo cuento?
Feliz puente - acueducto.
Duenda, con la maleta preparada.
2 comentarios:
no se si verguenza u orgullo... pero de todas formas qué ilusión.
gracias por aparecer aun sin ser vista
LA PRUDENCIA.
Esa era la respuesta a mi adivinanza.
Un besillo y jooo, no dejéis de ponerme algún comment, que me chiflan!
Ciao!
Duenda.
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