Comienza oficialmente mi vida de Gran Hermano.
Pero sin cámaras ni confesionario.
Que Dios reparta suerte y vino: si en el fondo nos gusta esto...
Que los milagros existen igual que la lotería y los sueldos para toda la vida de Nescafé.
Y que no se nos constipe la alegría, coño.
Duenda.
p.d. Oh oh...
p.d. mi ordenador está muriendo definitivamente =-(
p.d. igual me despido para un poco de tiempo... ¡echadme de menos, jo!
p.d. Y no dejéis de postearme, que sino esto muere un poco.
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