domingo, 13 de septiembre de 2009

Nuevos cuentos.

A medida que crezco me cuesta más creer: no es que no quiera, es que han ocurrido muchas cosas como para que pueda. Uno puede creer en uno mismo, si tiene suerte. Estoy dispuesta a que me cuenten un cuento que todavía no me sepa, uno que diga que "alguien le ha robado el predicado a mi merienda", o uno que vaya de "muertos en vinagre", o uno "donde los fachas y los rojos se abrazan al final". La vida tiene por lo menos treinta y una reglas: lo bueno es que no nos explican todas (casi todos somos un par de mentiras, por lo menos). Aquí sigo, con pies de plomo y corbatas ahogándome la vida. Aquí sigo, con rosas en el descansillo y clavos oxidados en la pared donde tender la colada. Habrá que esperar un poquito más.
d.
* en el texto hay palabras de: rafael valdivieso, cristina abril y javier garcía rodríguez.

7 comentarios:

Marina de Luna dijo...

Las cosas, cuando se hacen esperar, siempre saben más ricas.

Muá*

rut dijo...

aralia: creo que me va a tener que gustar pensar así a mí también. besos.

d.

. dijo...

Si un cuento trata sobre meriendas a las que les roban predicados, no puede ser mal cuento, ciertamente.

:)

poetabululu dijo...

Ay, amiga... es es ley de vida, a medida que crezcas te volverás más escéptica, te lo dice una añosa-casposa. Eso sí, cuando llegues a ese punto y creas en algo o en alguien, será tan fuerte y tan tuyo que no te lo podrá nadie arrebatar, ya lo verás. Entonces... por raro que parezca, volverás a reeditarte y volverás a ser joven, con la misma ilusión de antaño, En el fondo es un renacer.

Bécquer no tenía un pelo de tonto, era un tío cojonudo, me refiero a su aspecto de artista. Ocurre que a los románticos se les ha tomado siempre muy poco en serio, me da la impresión que no se consideró a esa etapa como una etapa de profunda transformación cultural, tal vez la vieron más como una moda, una tendencia pasajera o un cambio estilístico en la manera de escribir y expresarse. Vamos... esa es la impresión que yo tengo, la impresión de alguien ignorante en la materia.

Un besazo, filósofa, cuídate. Mola tu forma de expresarte, es original.

Zanahoria dijo...

¿Cómo? ¿Quién le robó el predicado a tu merienda? ¡Que se lo devuelva inmediatamente!

Nerea Ferrez dijo...

http://mahaaht.blogspot.com/2009/09/azul-de-metileno.html

Espero veros a todas las rusas pronto, queridas hermanas.
Siempre podrás traer fanzines y palabras.
Recuerda que siempre habrá un lugar en Logroño para vosotras.

rut dijo...

orologiaio: desde luego.

kasi siempre: de filósofa nada, y menos mal, pero gracias!

zanahoria: un ladronzuelo muy diminuto...

nerea: ojalá nos veamos en noviembre.

besos a todos!
d.