Nos hacemos mayores cuando dejamos de sentirnos inmortales cuando nuestros padres pasan de héroes a soldados de primera línea atrincherada cuando los amigos se reducen y los que quedan viven otras ciudades, otros contextos cuando lo único importante es tener amor con el que compartir rutina y seguir dando los buenos días al miedo plantando cara (y cruz) a lo que viene buscando esperanza entre la nieve y alegría entre las piedras. Cuando nos sabemos prescindibles es, precisamente, cuando nos hacemos mayores.
miércoles, 2 de enero de 2013
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4 comentarios:
merci?
d.
Un día me pregunté, ¿qué fue de ella?
Y ahí estaba, en el azul, donde siempre estuvo, pero un poco más mayor. Un saludo y un recuerdo.
Gracias, señorita Watts.
Otros (saludo, recuerdo). Otros.
d.
Caminamos hacia la madurez. No es irremediable, es una cuestión de supervivencia. Pero conservamos algo infantil: coleccionar Principitos también es supervivencia.
Me gusta tu blog.
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