lunes, 6 de enero de 2014

De cómo los Reyes Magos nos trajeron Sevilla.

La noche, los abrazos, las copas, el carmín, la mala música, la ida sin dormir, 

el jamón, la avería, el Guadalquivir, la Plaza de España, el parque de los del 27, la calle Sierpes, la proyección de luces de la Plaza Nueva, 

la campana, los naranjos, el olor a azahar y a agua limpia (y a caca de caballo), la Alameda de Hércules, el taller, el barrio de Santa Cruz y su blancura, Cervantes, la judería, el salmorejo, el hospital de Los Venerables y Velázquez y un anónimo de la ciudad, el legado islámico, 

el flamenco más puro, las risas, los gruñidos (dejaríamos de ser), el arte andaluz (y sí, me reafirmo, la paaarsimonia), la alegría, la altivez, la guía italiana, la manzanilla, la otra manzanilla también, las columnas, las ruedas de molino, los baños árabes, los mensajes en francés - inglés - castellano, el insomnio, los polvorones de Estepa, la poesía en azulejos de cerámica, 

el azul sobre blanco, los desayunos, las Setas, el Cristo de los gitanos, las bolsas del Lidl, los carros de caballos, la Catedral, los problemas, el patio de los naranjos, la Giralda, las rampas, el amor de los de adelante, las campanas, los baobabs, Don Juan y Doña Inés, la historia ficticia de Los que piden en las calles no son de Sevilla, las grecas, el Nomadejado, Sevilla a los pies, las berenjenas con miel, la tortilla rellena, la pringá porque no existe el no, las historias de niño, 

las no siestas, los pasteles del nosequé de la Buenaventura, la avenida de las Palmeras, los dos estadios, el amor de hermana, el agotamiento, el autobús, el taxi, las castañas asadas con sal, la calle Tetuán, el villancico rumbero, el pescaíto, las terrazas en enero, el sueño, las agujetas, la Maestranza, la arena amarilla, 

la oración, la devoción natural, los extranjeros, la muleta y el capote y la madre del toro que mató a Manolete, la puerta grande y la de atrás, Triana, el Mercado y la hija del tabernero (la Sandra), la virgen marinera y la de la ó y el mechero, la cerámica, las zapatillas, las cañas con limón, las duchas al mediodía, la lluvia, el viento, el tranvía, los nazarenos,

las llaves perdidas, el museo Arqueológico fallido, las olivas de chocolate, la Macarena, el Cristo del gran poder, los belenes, la precabalgata con niños negros y bandas de cofradías de Semana Santa tocando Había una vez un circo, 

los hombres y mujeres con nombres y con historias en voz alta, el circo de pulgas, los caramelos, las familias enteras, el rato que no hubo para ver a nadie, los sermones del de recepción, el vino, la fachada de la Fnac, la tele para dormir, las cenas reservadas, los postres, el vino, los hábitos de años, San Luis, las sillas plegables, los miarma (que sí, que también), la naturalidad de la religión, 

el barroco ostentoso, la última noche, el patio, el parking, el tetris de equipaje, el gps, la velocidad, la falta de, Extremadura, las nubes en el suelo, villa Marián, orujos y limones y un mousse mejor, recuerdos infantiles, una chimenea, el pantano, el anochecer, el fútbol los cuatro, la inconsciencia a salvo, la mejor casa de todas, los He vuelto, la llave de la habitación, los regalos, los zapatos limpios, la vuelta para otra ida, la noche de Reyes, los zapatos limpios, el amor de mi familia.

d.

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