Bájame, corre, que no me vean en tus brazos. Ven, cúentame un cuento. Quiero un pastel. Chicles de fresa con pegatinaaaa. Te toco la oreja y me chupo el dedo. Al pasar por el cuarteeel, se me cayó un botóóón. Mañana vamos de excursión: al castaño del patio del colegio. La monja del bigote. ¿Qué hora es? Las siete. Papá, peináme bonito. Domingo por la mañana jugando a los marcianitos. Mamá, el pichi no; mejor el chandal de Mafalda. ¿Hacemos un tente? Y la merienda voló por la ventana. Veo, veo. Plastilina debajo de la mesa. Evitando inyecciones en el culo debajo de la camilla. Corre, corre, que está Baltasar en el salón y como te vea levantada no te deja ningún regalo. Caramelos de menta en el bolsillo de abuelo. ¿Por qué abuela me enseña a rezar? Para que seas buena. Un penique vestido de marinero. Masa cruda y un dedal. Un columpio hecho con cuerda y cartón. Un triciclo rojo...
Y nos hacemos grandes, pero hay cosas que no cambian.
Hoy no quiero crecer, ¿y tú?
Duenda.
3 comentarios:
¡Qué recuerdos! Cuantas cosas en tan poquito espacio.
Besines
Jajaja,me ha encantado...¡Qué bueno lo de las excursiones al árbol del patio...!Un día hablé de ello en el fotolog...ains,que recuerdos.
Estas preciosa en las fotos ;)
Eva: no dejes de visitarme.
Pindongo: sísí, pues porque no me ha dado seguir contando batallitas del cole... pero los gajos de mandarina pegados en el techo eran muy artísticos, y la historia de miedo de V.G. que nos traumatizó en 4º de primaria durante un trimestre entero, no te digo nada... jajaja.
Besos a las dos!
duenda.
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