"Me amontono como las cerezas. Se me ha metido entre ceja y ceja (...) beber del santo grial un sorbo. Si me pierdo en esta tremolina, ya puedes ser faro de Alejandria, que no me vas a encontrar. Nadie me va a insinuar que estorbo (...). Pero cuando más huyo, más me acerco; y es que anda el corazón suelto: a menudo sigo muriendo de amor. Si desde el puño hasta la sisa me está grande tu camisa. No consigo estar segura de quién soy: torcida y algo imprecisa, como la Torre de Pisa es mi sonrisa hoy. Desnuda como Gilda sin guantes, sé muy bien que nada es como antes (...). El espejo del portal, cuenta que no es carnaval mi hastío. Si no me quieres, me dejas: haz como con las lentejas. Yo no quiero ni un trocito del pastel. La casa por el tejado empezaba yo a tu lado: una y sola soy como la Torre Eiffel. Y de la ceca a la meca mi vida en una maleta. Soy gato sin cascabel". Como la Torre de Pisa, Elena BUGEDO.
Para curar un trozo en domingo.
d.
escúchala: http://es.youtube.com/watch?v=xYYp-OvuvDo
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