miércoles, 22 de octubre de 2014

Crecer es aprender a despedirse*


Crecer es aprender a despedirse,
cambiarse de zapatos tras la lluvia,
trazar mapas ardientes de esperanza,
temer la enfermedad de los cercanos.

Crecer es inventar nuevas historias,
mejorar las palabras de otras veces,
perdonarse soberbia y desencanto,
limpiar las impurezas de mentiras.

Crecer es contemplar en el silencio,
sumar amigos pocos y mejores,
restar desasosiegos tras el llanto,

quedarse en paz con uno, uno mismo,
pensar cómo es posible la tristeza,
pensar por qué es efímero lo alegre.


d.

2 comentarios:

la cónica dijo...

crecer es tantas cosas y tan pocas...
crecemos sin quererlo tantas veces...
las piezas que conforman la existencia
ocupan su lugar, del mismo modo
en que empujan los dientes del adulto
a los dientes de leche que perdemos...
no hay voluntad que quiebre el crecimiento
creces a tu favor, creces en contra
mejor, peor y más o menos
proporcionados, rectos, necios, sabios,
crecemos sin cesar,
cada experiencia nos sirve de alimento
y se procesa sin concurso casi
del deseo nuestro o de la voluntad
no siempre engorda lo que no nos mata
a veces nos espiga, nos retuerce
nos cimbrea, nos aplasta un poco

pero nos hace crecer, eso seguro...

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mil años sin pasar por los blogs... vengo y además de disfrutar este poema (te creció la voz, Duenda), me hiciste pensar...

rut dijo...

abrazos, laco.
cuánto tiempo.

d.