lunes, 28 de mayo de 2007

Junio, claro.

Llega Junio, como siempre: cargadito de regalos. Nos entra la desgana justo cuando más hay que dar la talla. Cualquier cosa ajena altera la serenidad necesaria. Se despiertan los monstruitos de por dentro en estos días clave: menos mal que algunos se curan con ibuprofeno o manzanilla. Ojeras de oso y patas de pollo. De repente todos nos ponemos de acuerdo para ir a la Sala de Estudio a la misma hora. Plannings de colores en cincuenta y cinco sitios. Verano lleno de huecos en blanco, ya veremos. Hay cola descomunal en reprografía. Tenemos multa larguísima en la tarjeta de préstamos. Nos molestan los ataques de risa ajenos y luego no podemos controlar los nuestros. Hacemos hipótesis todo el tiempo: de blancos y de negros. Siempre uno se estrena con la peor asignatura de todas. Entra la mieditis de última hora. Los cafés de máquina sientan mal. La máquina de chupachuses se atasca. En la cafe no queda comida. Se nos olvida el bocata en casa. Y pasamos de las dietas sanas para comer lo más guarro posible. La gula nos gana. Las horas pasan sumamente rápido. El chico que reparte la prensa nos resulta un pesado. Hace mucho frío este año: mejor, en realidad. La facultad es un refrigerador de mármol. Todos nos ponemos bordes y tontitos. Nos cuesta un mundo dormirnos. Las siestas de quince minutos son las mejores pilas. Dormimos poco aún sabiendo que hay que estar al cien por cien. Se nos olvidan las cosas en cualquier parte. Pensamos que convertirnos en ratones de biblioteca es la clave del éxito. Pasamos de ir a por el diez a suplicar a cualquier dios, sólo por cague escénico, un maldito cinco en algunas cosas. Rescatamos los libros de bachillerato, que la sintaxis se nos da de culo últimamente: ¿o es la ponzoña de profesores? Nos ponemos el listón en las alturas otras veces. Subimos mil veces a mirar una nota que sabemos no ha salido. Hacemos la promesa de no mirar notas hasta el último examen. Y hablamos hasta con las paredes (y no es metafórico) mientras repasamos manuales divertidísimos. Chuletillas en las manos con rotulador permanente. Colacaos con pan tumaca. Lloros de última hora. Y carácter, mucho carácter. Agua de manzana. Y besos que se cuelan para hacer más llevadero el último viaje del año en la estupenda montaña rusa. Blablabla... 2, 5, 8, 19, 22 y 27. ¡Bingo! Que haya suerte, señores. Y curro, mucho curro. Fuerza de voluntad a toneladas, por lo que más queramos. Y s-e-r-e-n-i-d-a-d controlando. Si quieres, puedes. Sólo es eso, ya lo sabes. En realidad, tienen su punto estos días... ¿o no? Nos mola lo chungooo... Así es Junio, claro.


Duenda, springtando en los azules.
¡A por todas-todas!

viernes, 25 de mayo de 2007

Musiquita.



Hay locuras para la esperanza,
hay locuras también del dolor.
Y hay locuras de allá,
donde el cuerdo no alcanza,
locuras de otro color.

Hay locuras que son poesía,
hay locuras de un raro lugar.
Hay locuras sin nombre,
sin fecha, sin cura,
que no vale la pena curar.

Silvio Rodríguez


¿Quién lo cura? - me preguntó.
Pero no supe contestar absolutamente nada.
Quizá el Tiempo: con tiento, contento.
Cuando el alma piensa me duele la cabeza
(es que la tengo muy dura).
duenda.

miércoles, 23 de mayo de 2007

... y lo que queremos es vivir.

MANOS

las manos

me decían mis padres
antes de sentarme
a la mesa a comer

lávate bien
las manos

no alcanzaban
a comprender
que los niños
las tenemos siempre
limpias.




Me prestan libros varios para los ratos no-libres y escojo
Algo que declarar POESÍA DE NO FICCIÓN de David GONZÁLEZ como primera opción. Es un tío de rizos, botas y chupa, con verdades como puños en la punta de la lengua (y otros sitios), cuerpo de historia tatuada y cabeza pensante que maquina como saltarse las reglas. Y lo elijo porque sí. Por pura energía que es lo que necesito ahora: caña, mucha caña. Garganta de versos brutales y alas de hueso. Esta vez, hasta he pringado con pan. ¿Por qué las manos? Qué más da, digo yo. Pero las manos, claro. Obsesiones compartidas, parece. "Somos genes y lo que queremos es vivir", dijo en El Penicilino cuando nos visitó. A fuego. Hay cosas que si alguna vez son, sólo pueden ser de una forma. Y si no son, resulta que alguien llega y te las cuenta. Sólo para tí. Amén.


Duenda.
Trasnochando y sin antiidiótico: en tregua con el Mundo.


p.d. Y no pienso lavarme las manos.

martes, 22 de mayo de 2007

Antiidiótico.

En busca del antiidiótico: con armadura y lanzas de acero inOxidable.


Gracias por
tu arte, Pindongo.
Duenda con ppt.

domingo, 20 de mayo de 2007

Herrumbre: alegato contra la tortura.

El hierro que fue, los aceros
que integraron las bielas,
el cobre que condujo la energía
y todos los metales
que, bajo formas agrias y angulosas,
dieron cuerpo a las piezas de la máquina,
que giraron
con ritmo exacto y actitud sumisa,
con ciega fuerza y fe no menos ciega
en provecho del hombre y su esperanza,
yacen aquí, confusos, desvaídos,
sumidos en idántico desprecio,
disueltos en orín y sal, dejados
de la mano que un día los creara.

Podría salvarse algo todavía,
aún es posible la llegada
de una segunda mano que, piadosa,
restañe las heridas de la herrumbre,
despliegue la caricia del aceite
sobre la piel roída del acero:
mas todo, en general, está perdido.

El fuego
igualará las ruedas y los vástagos,
confundirá los muelles y los émbolos,
devolverá las tuercas desgastadas
a la inercia y la nada minerales,
a la materia original
de donde
surgirán otras formas limpias, puras,
libres acaso para siempre
del estigma fatal de la chatarra.

Chatarra, Ángel González.


Ruido
escogido
elegantemente.
Movimientos
exquisitos
y perfectos.
Cuerpos
esculturales y
disciplinados.
Almas educadas para el sufrimiento lucido.


Teatro Calderón
HERRUMBRE: Alegato contra la tortura
Compañía Nacional de Danza y Nacho Duato

Sueño frustrado para la otra vida.
Duenda.

miércoles, 16 de mayo de 2007

Pensieros.

Menos mal que no compartí los caramelos que me regalaste: aún me quedan y espero que me duren. Al menos hasta que vuelvas.


Mucho tiempo compartido: intenso, espontáneo, bonito, GRANDE. Y lo que nos queda. Y me alegro, claro; pero también estoy muy triste. Tengo un embudo desde la garganta hasta el estómago porque resulta que Almería está muy lejos y no he podido darte un abrazo de buena suerte.


Así que hoy, los pensieros, son para tí, Chica de la fábrica. Mis pensieros y mi enhorabuena. Te voy a echar mucho de menos. Volveremos a encontrarnos. Hay que seguir ese proyecto en común. Te quiero.


Hasta el próximo miércoles, Ce.
duenda (bimba).

martes, 15 de mayo de 2007

in and out.


Lenguaje privado en el paladar de un submundo alucinado.
Se trata de dejar un poco en el plato.
Se trata, siempre, de algo.


Me alegra que hayas venido.
Duenda.

lunes, 14 de mayo de 2007

Decálgo.

01. Dormir hasta que el mundo proteste: siempre es demasiado pronto.
02. El mismo sol en todas las ventanas: aquí y allá.
03. Coordenadas que nunca más coinciden: y menos mal.
04. Crema de manos caducada: culpa del efecto invernadero.
05. Oraciones sin presinarse: si me viera mi abuela...
06. Canciones que toman viagra: para li(g)ar con Ciencias.
07. Cuerpos de gelatina y plastilina: definitivamente blandos.
08. Post-its en el cristal: los corchos están llenos.
09. Agua que da más sed: paradoja de manzana verde.
10. Un poème escogido: ¿quién es Björk?


Simetrías desde por la mañana.
Buenos días, hoy no hay clase: ¡viva Saint Peter Free!
Duenda.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Mis/tus/sus/nuestros/vuestros/sus Miércoles.

Empezaron siendo pocos. Poco a poco, fueron más. ¿Y tú qué sabes? Yo te cuento lo que quieras. Endecasílabos imperfectos cada miércoles (o martes, de excepción) entre fábricas de chocolate y un señor sin corbata que no quería hacer amigos y encontró algún tesoro escondido. Entre bombones surgían ideas con bombilla fluorescente, ideas brillantes en batallas sin enemigos fuertes. No tenían nombre pero gustaban de sintagmas nominales. Poesía, música, fotos y planes que los hacían más felices y / o menos aburridos los ratos. Abrazos gratis, sermones expertos y no-gracias por tanto. Unos, de visita se llevaban ganas; otros, afincados, soñando juntos proyectos pequeños de color incertidumbre - parecido al rojo - que tal vez conducen a un lugar con letrero grande llamado "yo también estuve aquí". Una espectadora esperaba sentada, comiéndose glotona impulsos adolescentes aliñados con impaciencia de color añil y cantando cuentos que no riman. Una única certeza: seguir aprendiendo y aprehendiendo. Había una vez un circo que alegraba siempre el corazón. Y otras cosas.

De un diario compartido.

Y Jack y Puck en la despedida oficial.
Hasta el año que viene.
Duenda.

martes, 8 de mayo de 2007

Dependencia del cielo.


"Si el cielo de Castilla es alto,
es porque lo habrán levantado los campesinos
de tanto mirarlo"


Miguel DELIBES
"Dependencia del cielo", TRIBUNA

viernes, 4 de mayo de 2007

u-n-u-n-u-n-u-n...

Como
una
maldita
montaña
rusa
en
un
vagón
descarrilado
estrujada
entre
los
barrotes...



que me oprimen el estómago...
d.

jueves, 3 de mayo de 2007

(virus)

Y resulta que hoy no me encuentro muy bien...

Tín, tín, tín.


Déjese de decálogos propuestos por el loquero: su familia no tiene arreglo. Olvide las normas: los vecinos van a echar siempre la culpa al vecino del quinto. Pase de convenciones y busque paz: haga mucho el amor. Modere su actividad: tómese un café bien cargado e invierta en bolsa. No corra: pero dese prisa. Relájese: no cuadricule su vida. Evite el sedentarismo: trashume. No le robe horas al sueño: pídaselas a papá. Fume lo menos posible y riegue la maría. Reprima impulsos: tenga cuidadooo! ¿Qué prefiere: los Antes, los Después o los Ahora? Entonces, ha acertado. Colóquese la corbata, que al mundo le ponen los estereotipos. Enseñe los dientes, que le han costado un pastón. Sea feliz o al menos disimule un poco mejor, hombre.



Tín, tín, tín.

miércoles, 2 de mayo de 2007

Merendando.

¡He vuelto! ¡Y no me ha pasado nada! Jajaja... Para otra vez, prometo avisar de mis "desapariciones". Yo también os he echado de menos: a unos más que a otros. Después de cuatro días de vuelta a los orígenes entre carcajadas y mucho amor en formas asimétricas, decido empezar de nuevo y reconsiderar asuntos que dejar para más tarde, a los que dar punto y aparte sin demasiada explicación, que tampoco hace falta.


Planning con rotuladores de colores (apuntes, exámenes, trabajos, lecturas...), mucha musiquita de la buena, mucho teatro y mucho deporte, que ya hace bueno. Conversaciones desde el otro lado de una pantalla brillante y unas anchoas para merendar que me recuerdan cosas: ¿Cómo era eso de que no se puede nadar y secar la ropa al mismo tiempo? Bueno, de momento en plan Brave Heart a por las anchoas. En eso hemos quedado. Un beso, que te espío [desde el silencio].


Duenda, azul.