viernes, 1 de enero de 2016

Las tortugas nunca vuelven a la playa.

Desde el principio nos enseñan a hablar, a escribir, a leer, a distinguir lo que está bien de lo que está mal, a malinterpretar, a atarnos los cordones, a distinguir sustantivos de adjetivos, trigonometría, las músicas del mundo, las etapas de la historia, el truco químico de osoosito y picodepato. A pedir las cosas por favor y a dar las gracias, a disculparnos. A no usar la palabra viejo. A disimular, a no expresar. La requeteimportancia de la retórica, la prágmática, el entrevelado, la politesse con los demás.

Pero nadie habla sobre cómo nos vamos a sentir en la vida ni sobre cómo hay que enfrentarlo. No se da importancia a la emoción ni a saber gestionarla, a emocionar, a ser emocionado. A no hacer daño, a no hacernos daño, a que no nos lo hagan. Hasta que la caja de Pandora nos explota en toda la jeta. Es el miedo el culpable de la falta de asertividad, claro. Hay que poner(se) límites para no herir(se) más de lo estrictamente necesario, recetan. Pero el dolor recuerda, cada vez, que estamos vivos.

Las tortugas una vez se adentran en el mar, ya nunca lo abandonan. Nunca vuelven a pisar la playa. Son lentas pero no impasibles. Esto (os) deseo: avanzar con firmeza hacia el agua. Y consciencia. Y paciencia. Y paz. Y pan. Y mucha miga. Porque la vida es eso que gastamos en paridas y a veces hay que comerse el mundo a dentelladas. Porque homo sum humani nihil a me alienum puto. Ha sido un 2015 difícil, emocionante y revelador. Catártico. Introspectivo. Un año de esos de los de sacarse las castañas del fuego.

2016, aquí me tienes, aquí llego: llena de esperanza. A lo mejor es ahora, más que nunca, el momento en el que aceptar el resto de la existencia. A ver si somos felices; pero, sobre todo, a ver si somos nosotros.

d.





FOTOGRAFÍA: Alba Tardón.

3 comentarios:

Eva Esteban dijo...

Aplaudo con una gran y sincera sonrisa. Y te mando un beso con abrazos simultáneos. También reflexiono sobre lo leído, nunca terminamos de hacerlo todo bien.

Luchandoporunaplaza dijo...

Feliz año!! Te deseo un 2016 de aventuras personales y de retos, para que la que hoy seas nunca más la vuelvas a ser. No porque lo necesites, ni porque lo quieras, sino simplemente porque significará que habrás vivido (en mayúsculas) un año más. Mis mejores deseos. Un beso!

Anónimo dijo...

¡¡Feliz año nuevo!!

Muy buena entrada, muchas veces he reflexionado sobre ello y te agradezco la publicación :)

¡¡Mucho ánimo y un saludo!!