jueves, 7 de abril de 2016

Escaleras azules



Peldaños que adivinan los que somos;
baranda sosteniéndote los miedos;
descanso de unas páginas en blanco.
Geranios apoyados en el piso

(colores en los pétalos de otros);
la bici, sin ruedines, esperando
al niño que lo quiere vivir todo.
El beso en la mirilla de una madre

de dos adolescentes escondidos;
un chelo desafina en el segundo
sonatas de cemento con azúcar.

Silencios que chirrían las noticias:
se miran, con arrugas, a la mesa.
[Hoy...] 
tampoco el molinillo mueve el viento.

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