martes, 25 de octubre de 2005

Y me da la risa.

Hace frío fuera. Me duele la cabeza, un poco: insomnio, quebranto y mucha siesta a destiempo. Ag. Es un continuo ronroneo que me desgasta. Y me da la risa. Con mi manta de colores, tarde de lectura y chocolate. El Quijote: loco cuerdo, ¿ven ustedes? Y me da la risa. Pienso en lo que tengo, en lo que tuve y también perdí. En lo que quizá recupere. En lo descuidado y cuidado con perserverancia. Y me da la risa. Echo de menos compartir humo, leo un blog actualizado, pienso en el día que nos pondremos de acuerdo... en cuánto cariño hay a pesar del desorden. Y me da la risa. Y... quiero fresquito por fuera y por dentro, que me agobio un poco. Y me lavo la cara como en la foto. Y entonces me acuerdo de una frase, no sé por qué. Y me da la risa (otra vez).
"LA ALEGRIA ES LA PAZ CON CARA DE SANDIA"
Y tomo el aire un rato, riendo y des-pensando. Me presto atención a mí (ha dicho Gasolita hoy que "ya era hora"). Pues sí, señores. Muy buenas noches. Y me da la risa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Así que un día sin tiempo; una vida parada; un momento eternizado; una introspección que anula tus demás pensamientos y una evasión con forma de sonrisa. ¿A qué tanto reir cuando lo que toca es un enfrentamiento? Mejor sellar los labios y mantener los ojos perdidos en uno mismo en busca de una sonrisa eterna; porque está es la mejor búsqueda, por leve que resulte ser tal sonrisa. Perdóna que sea tan soplapollas, pero esto es lo que me salía; ya sabes que sin criticar, yo no soy yo. Creo que la próxima vez que escriba esperaré a tener un día más alegre, y dicho sea de paso más lúcido.