miércoles, 17 de diciembre de 2008

Yaya.

91 palabras, por lo menos, para ti, Abuela:
Tu sonrisa. Tu carácter fortísimo. Tus detalles. Tus gafas. Tus agujas de punto. Todas y cada una de las mantas de colores. Tus tortillas de jamón york. La leche frita. Las croquetas gigantes. Tus carcajadas conmigo. Las propinas. Los caramelos. Tus no probar mis inventos. Los chicles cuando me llevabas al colegio. Y los petazeta cuando salíamos de la guardería. Cuando hablabas con la madre Ángeles. Tu peine verde. Tus manos suavísimas. Tu mirada. La última mirada. Tu forma de respirar. Tu sonrisa nueva. Tu empeño en juntarnos a todos en cada cumpleaños. Tu ropa negra. Tu pelo blanco. Tus ojos pequeños. Los mira quién baila. Los cine de barrio. Tus historias del monte. Y de la portería. Cuando me decías "la leche que te dieron". Cuando me preguntabas cada día al volver de la Facultad. Cada vez que me decías que no paraba en casa. Tu desesperación con cada discusión con mamá. Cada vez que te obligaba a darme besos que sonaran. Cuando te reías conmigo y nos decíamos Te quiero. Las noches de verano en tu terraza de geranios. Tus mandiles. Tus escaleras infinitas. Y lo contenta que te pusiste cuando pusieron ascensor. Tus amigas. Todos y cada uno de tus paseos por el parque. Y un bastón que te daba vergüenza. Tus zapatillas de suela de goma amarilla. La alegría de la huerta con tus nietos y biznietos. Lo triste de la guerra. Los parchís y las cartas. Cuando me cuidaste en mi peor gripe. Tus silencios sobre abuelo. Tus ovillos de lana. La caja de lilas que me regalaste. Cada vez que me preguntabas cuántas pesetas eran nosecuántos euros. Tu paraguas gris de cuadros. Y los buñuelos. Tu bote de cristal de caramelos. Tu tele diminuta. Los barquillos de chocolate. La luz de tu cocina. Tu cama enorme y vieja. Tus pendientes. Tu forma de esperar. Tu nunca dolor de nada. Tus mareos del verano. Tu forma de creer en Dios. Tu bata azul. Tus perohijaquétevoyacontar. Los errores perdonados. La vida que te tocó y la que nos diste. Tu generosidad. Tu simpatía con todos siempre. Tus vecinas. El olor a limpio en verano. El brasero. El ruido de los cuarterones de tus ventanas. Tus vasos de leche blanca. Tu forma de aprovecharlo todo. Tu maleta. Las colonias. Cuando te sentías orgullosa de mí aunque no entendieras nada. La vela en exámenes. Tu cabeza magnífica para todas las fechas de todas las cosas de todos. Tu nostalgia eterna. Las flores de carnaval. La tienda donde comprabas pan y leche y más cosas. Cuando venías a comer a casa los domingos... Aunque no pudiera verte despierta estos últimos días. Me bastó tu mirada del martes y todo lo que me contaste con los ojos en lo que ya callabas. Siento en el alma que te hayas ido justo el día de mi cumpleaños, pero no por lo que dicen todos, sino porque yo sé muy bien cuánto te habría gustado estar. Te voy a echar mucho de menos. Te quise mucho, Abuela. Ojalá mis formas hayan sido suficientes.

Rut.

13 comentarios:

Marina de Luna dijo...

A mí siempre me encantó, ya lo sabes. Guárdate todo eso, es el mejor regalo.

Un beso*

Elbereth dijo...

Un abrazo gigante, Rut

Y ya sabes que siempre estoy aqui si hace falta, aunque últimamente no nos veamos mucho.

Ojalá, dentro de 68 años, alguien pueda escribir algo tan bonito sobre mi, y sobre todos nosotros.

Muás

Adriana Bañares dijo...

Un beso enorme, Rut, y a´nimo.

Naru dijo...

No se ha ido mientras esté en tu memoria.
Besos

Nacho dijo...

Lo siento. ¡Ánimo!

Clara dijo...

Un besazo, preciosa.

Anónimo dijo...

animo rut¡¡¡se que es duro perder a una abuela¡¡xro Dios la tendrá en su gloria en los cielos¡¡

Alejandra Escosell dijo...

Las abuelas nunca se van. Podremos estar una eternidad sin verles. Pero nunca se van.

Un besazo.

María Pérez dijo...

A las blandengues, est tipo de palabras nos emocionan un cacho...

Es bonito lo que sientes,Rut.
Ánimo!

Anónimo dijo...

tienes palabras para ponerle color naranja a los días negros, y eso es un don duenda... siento que mis palabras no llegarán el dia de tu cumple... gracias por acordarte de mí en ese día, y yo me acuerdo de ella en mis momentos naranjas...
Un beso Narazul

Anoushka! dijo...

No sabes cuánto lo siento. Desde mi corazón, te abrazo eternamente.
Me emocionó tu texto. Qué hermoso homenaje.
Y no se van. No se van nunca porque viven en tus palabras.
Te quiero.

Analía

la cónica dijo...

Duenda, mantén el recuerdo siempre vivo. La llama encendida. Seguro que se ha ido haciéndose idea de lo mucho que la quieres. Eso es importante.

Un abrazo triple.

rut dijo...

narazul: de nada.
analía: y yo también.
laco: siempre.

besos a todos.
d.