domingo, 24 de enero de 2010

Historia de la lengua.

igual que del agua queda el vapor y del pan, las migas; igual que de la tierra, los granos en las estrías; igual que de las uñas queda el sabor; y de los ojos, las astillas lloradas de madera podrida; de la piel, los pretéritos indefinidos tan nítidos; de los números, el calendario de los años por cumplir cumplidos; y del mundo, unas canciones que (w)au-guran contarlo todo; de los dientes, los trozos de lengua mordida y envenenada; que de los buenos gestos queden analogías; y de los errores no se gasten las disimilaciones. que del dolor quede solo haplología y el miedo se apremie con prótesis; que la inseguridad se esfume con síncopas y apócopes; que de alegría se llene todo con epéntesis y tengamos (siempre) (cojones) para alguna paragoge.
d.

4 comentarios:

tormenta dijo...

así hay que tomárselo, cojoné! Con filosofía,
o mejor,
con historia de la lengua.

Jess Modlov dijo...

Mi asignatura favorita de la carrera (y no hay ironía en la frase).

rut dijo...

niña menta: voy a tener mil y una historiaS que contar, eso desde luego.

carrasco: y la mía. guiño, guiño, insulto, blasfemia, patada, corte de mangas. por lo menos.

besos!
d. (de "de momento, estudiando").

la cónica dijo...

no entiendo muy bien, aunque... siempre nos quedará el diccionario!