miércoles, 18 de octubre de 2006

A mano armada.

Palabras sobre palabras y un poeta que no conocía.
Clase desordenada, pero bonita.
Aprendiendo a comentar, cómo me gusta tercero.
Buen finde.
Duenda, a mano armada.
A mano armada,
cuando la noche impone su costumbre de imsomnio,
y convierte
cada minuto en el aniversario
de todos los sucesos de una vida;
allí
en la esquina más negra del desamparo, donde
el nunca y el ayer trazan su cruz de sombras,
los recuerdos me asaltan.
Unos empuñan tu mirada verde,
otros
apoyan en mi espalda
el alma blanca de un lejano sueño,
y con voz inaudible,
con implacables labios silenciosos,
¡el olvido o la vida!,
me reclaman.
Reconozco los rostros. No hurto el cuerpo. Cierro los ojos para ver más hondo, y siento que me apuñalan fría, justamente, con ese hierro viejo: la memoria.
A mano armada.
ÁNGEL GONZÁLEZ, Oviedo 1925.

5 comentarios:

rut dijo...

Cuando hace frío, me acuerdo de tí.
Cuando hace calor, también.

Cuando tengo sueño y no regazo,
me acuerdo de tí.
Cuando hay sueños que construir...
uf, cómo me acuerdo de tí.

Cuando dolía, me acuerdo de tí.
Cuando se pasa, me acuerdo.

Cuando es de día y hay sol, me acuerdo indudablemente, claro, de tí.

Cuando es de noche de copas, en el fondo, me acuerdo un poco de tí.

¿Ese hierro viejo? ¿Que me encadenó un poco? Ya está suelto, pero sigue siendo. Y me acuerdo de tí.

Un abrazo, memoria.

Duenda.

Anónimo dijo...

veo que disfrutaste en Oviedo, y me alegro.. y veo que los poetas te van enganchando... a mano armada.
A mí la vida se me hace de colores, azul, verde, cristal transparente... te falto una piedra cristalina naranja... en la foto de la mano... por aquí sigo, aunque perezosa para escribir, pero siempre sonriendo... y siempre cerca aunque quizás ahora un poco desde el silencio

rut dijo...

Narazul!!!

Has aparecido. Si ya lo sabía yo... Tengo muchas cosas que contarte, jo, qué ganas de verte.

Pero sé que estás feliz y como lo siento, no me preocupo, aunque no dé señales de vida, te echo un poco de menos.

Pero solo un poco, ¿eh?

Abrazo!!!

Duenda.

María Pérez dijo...

Maldito el que olvida, el que guarda sus fracasos
Ese que no recuerda, que cada día escribe en una hoja nueva.
Ese despistado que entierra sus fracasos, también entierra su vida.

A mi me gusta guardar
guardar y añorar
añorar recordandote
acordandome de ti recuerdo...

...y hay quien dice que la mano es la que recuerda, que es la mano de la memoria la que apunta lo que vivía olvidado.

Y que me dices del que recuerda,
recuerda pero olvida
bendita su memoria y bendito su olvido.

La amiga del viento se ha instalado en tu soplo...¿te suena?
¿lo notas?...

Anónimo dijo...

por supuesto que ando por aquí... a veces no te escribo por falta de tiempo, son muchas las cosas que ando haciendo, muchas las personas con las que me encuentro, pero siempre abro tu blog esperando saber algo nuevo de ti... y te recuerdo como ves, rodeada de colores, azules, naranjas... Y espero tus noticias. Besos. Narazul