domingo, 22 de octubre de 2006

Ojos que no ven...

Esta no es la embajada del reproche
ni el vademécum de lo que perdí,
para que llueva, par ser de noche,
es condición sine qua non to be
or not to be como intuyó el bolero
calavera de un príncipe danés,
se equivoca la urgencia y el te quiero
que no vuelve la ausencia del revés.
Escribo sólo por matar las tardes,
por no ponerme a deshacer maletas,
por no arrastrarme por las estaciones
por no andar, como el rey de los cobardes,
mustio, con un ramito de violetas,
en el sepelio de las decepciones.
Joaquín Sabina. Volando de catorce.
Tarde buscando ideas para la segunda práctica de creación literaria, y al final, me quedo con mi muso que siempre me sorprende, aunque me lo sepa de memoria. Os lo comparto, por si gusta. En realidad, sobre todo en domingo y a estas horas, pienso que sí, que es verdad, que "escribo sólo por matar las tardes".
Por cierto: "Ojos que no ven..."
¿Cómo seguía? ¿Alguien me echa una mano?
Duenda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ojos que no ven.....
ostia que te pegas???
asi sigue no???
un beso guapaaaaa.
yo.